Se estima que el territorio de Brasil ha sido habitado hace al menos 8,000 años. Los orígenes de los primeros brasileños, que eran llamados "indios" por los portugueses, todavía son una materia de estudio por los arqueólogos. La visión tradicional es que fueron parte de la primera ola de inmigrantes cazadores que vinieron a las Américas desde Siberia, a través del estrecho de Bering. Según los datos que se posee los primeros indígenas que habitaron Brasil fueron al norte: los Arawak y Caribes; sobre la costa este y la cuenca amazónica: los Tupí-Guarani; instalados en las regiones orientales y meridionales del país: los Ge; al oeste: los Pano, al oeste. Se calcula que cuando fueron descubiertos había entre 2 y 3 millones de indígenas, que en 5 siglos se redujeron a los actuales 280.000 indígenas, según FUNAI (Fundación Nacional del Indio), ya que muchos de ellos sucumbieron a las masacres, enfermedades, y las duras consecuencias de la esclavitud y el desplazamiento, otros fueron absorbidos dentro de la población brasileña. La mayor parte de estas tribus eran semi-nómadas y vivían de la caza, la recolección y una agricultura primaria, sembraban tabaco, maíz, camote, yuca, ayote… Los portugueses introdujeron otros cultivos como el arroz, algodón y caña de azúcar.
La periodización tradicional divide la Historia del Brasil en cuatro períodos generales: la Precolonial (hasta 1500), el Brasil Colonial (entre 1500 y 1822), el Imperio (de 1822 a 1889) y la República (desde 1889 hasta los días presentes).
Según la mayoría de los historiadores, el descubridor de Brasil fue el español Vicente Yáñez Pinzón,[1] quien avistó tierra el día 26 de enero del año 1500 y llegó a la actual región de Cabo de San Agustín (Pernambuco), para realizar luego una primera exploración por la desembocadura del Amazonas.[2] Este viaje se ve reflejado en los Pleitos Colombinos.[3] En cambio, para la historiografía portuguesa, el descubridor será Pedro Alvares Cabral (23 de abril de 1500), quien tomará "oficialmente" el territorio en nombre de su país.
Entre los siglos XVI y XIX, Brasil fue parte del imperio colonial portugués. El 7 de septiembre de 1822, el país declaró su independencia y se convirtió en una monarquía constitucional, el Imperio de Brasil. Un golpe militar estableció en 1889 un sistema republicano. Desde entonces, Brasil ha sido nominalmente una república democrática, salvo por tres períodos de dictadura expresa: 1930-1934, 1937-1945 y 1964-1985.
EL DESCUBRIMIENTO DE BRASIL
Aunque la mayoría de publicaciones apuntan a los portugueses como los descubridores o primeros europeos que descubrieron Brasil, lo cierto es que numerosos datos justifican que el primer europeo que pisó tierra brasileña fue el navegante español Vicente Yáñez Pinzón. Después de su cruzar el Atlántico, pisó tierra cerca de la actual Recife, el 26 de enero de 1500. Navegó a continuación bordeando la costa, hacia el norte, hasta la desembocadura del río Orinoco, descubriendo también en esa singladura la desembocadura más espectacular del mundo, la del río Amazonas. Sin embargo, en virtud de las decisiones del Tratado de Tordesillas (1494), que modificaba la línea de partición instaurada en 1493 por el Papa Alexandre VI para delimitar el imperio portugués y español, el nuevo territorio fue atribuido a Portugal. España no reivindicó entonces el descubrimiento de Pinzón.
En abril de 1500, el navegante portugués Pedro Álvares Cabral alcanzó también las costas brasileñas, que proclamó oficialmente la posesión de estas tierra
s a Portugal. El territorio fue llamado Terra da Vera Cruz (en portugués, "Tierra de la Cruz Verdadera"). El país se fue gradualmente poblando de portugueses que buscaban escapar de la pobreza, y por nobles quienes se les concedieron privilegios coloniales por la Corona. La administración colonial en los próximos dos siglos estaba basada en un sistema feudal en el cual los individuos favorecidos recibían títulos de enormes cuadras de tierra llamadas capitanías; muchos de estos dominios finalmente se convirtieron en los actuales estados brasileños. En 1501, el navegante italiano Américo Vespucio dirigió una expedición sobre este nuevo territorio por instrucciones del gobierno portugués. En el transcurso de estas exploraciones, Vespucio reconoció y puso nombre muchos cabos y bahías, entre ellas la de Río de Janeiro. Regresó a Portugal con El "Pau-Brasil", árbol del cual se obtenía el colorante rojo muy cotizado en Europa, fue una de las primeras riquezas extraídas y el origen del nombre del país. La Terra da Vera Cruz tomó, a partir de esta fecha, el nombre de Brasil.
La historia registra un detalle curioso respecto del origen del n
ombre de la ciudad de Río de Janeiro. Se afirma que el 1° de enero de 1502 un navegante portugués: Gonzalo Coelho, desembarcó en la bahía de Guanabara y la confundió con la desembocadura de un río, y bautizó el lugar como Río de Janeiro (Río de enero, en castellano).
LA COLONIA
El período colonial comienza con la expedición de Martim Afonso de Souza, en 1530, el rey de Portugal, Juan III el Piadoso, emprendió un programa de colonización sistemática de Brasil, principalmente el nordeste, estableciendo plantaciones de azúcar y extrajeron valiosa madera de los bosques. En 1549 Martim Afonso de Souza puso en marcha un gobierno central cuya capital se fijó en la nueva ciudad de Salvador de Bahía, creó una nueva administración y reformó el poder judicial. Para proteger al país de la amenaza francesa, estableciendo un sistema de defensa costera.
La economía colonial estaba integrada al proceso de expansión del capitalismo mercantil. Portugal tenía el monopolio del comercio de la colonia. La producción recaía en el monocultivo del azúcar (debido a la creciente demanda de Europa), en el latifundio y en la utilización de la mano de obra esclava, en primer lugar, los colonos trataron de esclavizar a los indios para trabajar los campos. (La exploración inicial del interior de Brasil fue debido enormemente a aventureros paramilitares, los Bandeirantes, quienes entraron a la selva en busca de oro y esclavos indios.) Sin embargo, los indios se encontraban no aptos como esclavos, y así los dueños de tierras portugueses miraron hacia África, desde la cual importaron los esclavos.
La Bahía de Guanabara no sería poblada hasta que una expedición francesa se estableciera allí en 1555, pocos años mas tarde una fuerza portuguesa destruyó la colonia francesa.
A partir de 1559 el tráfico negrero se intensifica La Corona portuguesa autorizó que los dueños de las plantaciones de azúcar a comprar hasta 120 esclavos al año. El gobernador Correa de Sá oficializa el tráfico de negros en 1568, Solo en Pernambuco, en 1590, se registró la entrada de 10,000 esclavos. La esclavitud indígena será usada en diferentes regiones de Brasil hasta finales del siglo XVIII.
Los portugueses fundaron en 1567 en el mismo lugar la ciudad de Sao Sebastiao do Río de Janeiro. El nombre fue más tarde simplificado. Posteriormente fue la capital y la principal ciudad de Brasil. El río Carioca es el principal de la ciudad y desemboca en la bahía de Guanabara. Se llama cariocas a los habitantes de Río de Janeiro por ese motivo.
En 1580, Felipe II, rey de España, heredó la corona de Portugal. Este período de unión de los dos reinos, hasta 1640, fue marcado por frecuentes agresiones inglesas y holandesas contra Brasil. Así, en 1624, una flota holandesa se apodera de Salvador de Bahía. Pero el año siguiente, la ciudad fue retomada por un ejército compuesto de españoles, portugueses e indios
Los holandeses continuaron sus ataques en 1630. En esta ocasión, una expedición subvencionada por la compañía holandesa de las Indias Occidentales tomó Pernambuco, la actual Recife, y Olinda. Los territorios comprendidos entre la isla de Maranhão y la zona río abajo del São Francisco cayeron así en manos de los holandeses. Bajo la competente autoridad de Jean-Maurice de Nassau-Siegen, la parte de Brasil ocupada por los holandeses prosperó durante varios años. Pero en 1644, Nassau-Siegen renunció para protestar contra la explotación dirigida por la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales. Poco después de su partida, los colonos portugueses, sostenidos por Portugal, que se había independizado de España desde 1640, se rebelaron contra el poder holandés. En 1654, al cabo de diez años de luchas, los Países Bajos capitularon y, en 1661, renunciaron oficialmente a sus reivindicaciones territoriales sobre Brasil.
En 1640, después de la ruptura de la unión entre las dos coronas de España y Portugal, Brasil regresó entonces bajo la soberanía portuguesa y devino un virreinato. Españoles y portugueses vivieron entonces pacíficamente en América del Sur hasta 1680, fecha de una expedición portuguesa en el sur de la ribera oriental del Río de la Plata donde fundaron una colonia. Esa fue la causa de una larga serie de problemas que no se acabaron verdaderamente hasta 1828 con la creación de la República de Uruguay.
Desde el comienzo del siglo XVII, misioneros jesuitas hicieron incursiones en el Amazonas. Bajo el reinado del Rey José I de Portugal, Brasil conoció numerosas reformas por instigación del marqués de Pombal, secretario de Asuntos Extranjeros y de Guerra, luego Primer Ministro. Los esclavos indios fueron liberados y los impuestos reducidos. Pombal atenuó el peso del monopolio real sobre el comercio internacional del virreinato, centralizó el aparato gubernamental brasileño cuya sede fue transferida de Salvador de Bahía a Río de Janeiro en 1763. Tres años antes, en 1760, a modo de lo que ya había hecho en 1759 en Portugal, Pombal expulsó a los jesuitas de Brasil. La razón oficial fue el descontento popular suscitado por la influencia jesuita en los indios y su creciente peso en la economía.
LA REPÚBLICA DE BRASIL
En noviembre de 1889, una revuelta militar dirigida por el general Manuel Deodoro da Fonseca obligó a Pedro II a abdicar. La república fue proclamada entonces bajo la autoridad de un gobierno provisional dirigido por Fonseca. En seguida, un cierto número de reformas de inspiración republicana fueron decretadas entre ellas, la separación de la Iglesia y el Estado. La redacción de una constitución fue acabada en junio de 1890. Inspirada por la Constitución de los Estados Unidos, fue adoptada en febrero de 1891, haciendo de Brasil una República Federal, bajo el título oficial de Estados Unidos del Brasil. Fonseca fue el primer presidente electo.
Desde 1891, la política y los métodos arbitrarios de Fonseca levantaron una fuerte oposición en el Congreso. A comienzos de noviembre de 1891, Fonseca eligió disolver la Asamblea e imponer un poder absolutista. Pero, obligado a renunciar por una revuelta de la Marina, cedió el poder a su vicepresidente, Floriano Peixoto. Este estableció un gobierno tan dictatorial como el de su predecesor.
El orden no regresó progresivamente al país sino bajo el gobierno del primer presidente de la República civil, Prudente José de Moraes Barros.
La producción de café y de caucho progresó regularmente. El país parecía destinado a conocer la prosperidad, pero la caída de los precios del café en el mercado internacional entre 1906 y 1910 creó graves desequilibrios en la economía brasileña. La situación se degradó aún más con la baja de los precios del caucho.
En 1922, el inicio de una nueva crisis económica obligó al gobierno a hacer cortes drásticos en el presupuesto del Estado. El descontento general desembocó en julio de 1924 en una gran revuelta, cuyo epicentro estaba en São Paulo. La revuelta fue dominada después de seis meses de enfrentamientos por el ejército que permanecía leal al presidente Artur da Silva Bernardes, elegido en 1922. Para evitar nuevos problemas, Bernardes decretó la ley marcial que quedó en vigor hasta el fin de su mandato. En agosto de 1927, el gobierno decidió la prohibición de las huelgas.
Al final de las elecciones presidenciales de marzo de 1930, Julio Prestes, el candidato pro-gubernamental, fue declarado vencedor ante Getulio Vargas. Este último era un hombre político de primer plano, ferviente nacionalista, originario del estado de Río Grande do Sul. Disponía del apoyo de una gran mayoría del ejército y de la clase política. En octubre de 1930, desencadenó un golpe de estado. Después de tres semanas de combates, Vargas fue designado presidente provisorio, con amplios poderes.
En 1933, Vargas emprendió dotar al país de una nueva constitución convocando a una Asamblea constituyente. El nuevo texto, adoptado en 1934, preveía particularmente el derecho al voto de las mujeres, la seguridad social para los trabajadores y la elección del presidente por el Congreso. El 17 de julio de 1934, Vargas fue elegido oficialmente presidente.
En el transcurso del primer año de su mandato constitucional, Vargas encontró una fuerte oposición de parte del ala izquierda del Movimiento de los Trabajadores Brasileños. En noviembre de 1935, fueron frustradas tentativas de revueltas comunistas en Pernambuco y en Río de Janeiro. La ley marcial fue instaurada y Vargas gobernó por decretos presidenciales. Para reducir la fuerza de la oposición, tuvieron lugar grandes oleadas de detenciones de opositores al gobierno.
En noviembre de 1937, en vísperas de elecciones presidenciales, Vargas hizo disolver el Congreso y proclamó una nueva constitución que le confería poder absoluto. Reorganizó el gobierno y la administración del país según el modelo de los regímenes totalitarios italiano y alemán. Los partidos políticos fueron prohibidos, la prensa y la correspondencia fueron sometidas a una estrecha censura.
El gobierno de Vargas, oficialmente designado por el título de Estado Novo (Estado Nuevo), debía permanecer en el poder hasta que fuera decidida la fecha de un referéndum sobre nuevas leyes orgánicas. Esta fecha no fue fijada nunca en realidad.
Pero durante ese tiempo, las manifestaciones de descontento con respecto a Vargas se multiplicaron. A continuación de un desafío lanzado en febrero de 1945 por un grupo de editores, el gobierno aceptó suavizar la censura a la prensa. El 28 de febrero de 1945 fue anunciada la celebración de elecciones presidenciales y legislativas. Poco a poco, las principales trabas a la actividad política fueron levantadas. En abril de 1945, todos los prisioneros políticos, incluidos los comunistas, tuvieron la amnistía.
En octubre de 1945, un golpe de estado militar obligó finalmente a Vargas a renunciar. José Linhares, primer magistrado de la Corte Suprema, fue nombrado presidente provisional a la espera de elecciones. Estas tuvieron lugar en diciembre de 1945. Ellas dieron una amplia victoria al antiguo Ministro de Guerra, Eurico Gaspar Dutra. Entró en funciones en enero de 1946. Los diputados nuevamente elegidos estaban encargados de redactar la nueva constitución, adoptada en septiembre de 1946.
Getúlio Vargas reencontró la presidencia de Brasil en enero de 1951 después de las elecciones celebradas en octubre precedente. Formó un gobierno de coalición con los grandes partidos. Este gobierno tomó medidas para equilibrar el presupuesto del Estado y poner en marcha un programa de reducción de la inflación, de aumento de salarios y de extensión de las reformas sociales. Estas decisiones contradictorias no impidieron el crecimiento de la inflación.
En agosto de 1954, en plena campaña electoral legislativa, un oficial de la Fuerza Aérea encontró la muerte en un atentado dirigido contra un director de prensa anti-Vargas. Esta muerte llevó al ejército a exigir la renuncia de Vargas. El 24 de agosto, Vargas aceptó dejar provisionalmente el poder al vice-presidente João Café Filho, antes de suicidarse unas horas más tarde.
El antiguo gobernador de Minas Gerais, Juscelino Kubitschek, reunía el apoyo de los partidarios de Vargas y de los comunistas, lo que le permitió ganar las elecciones presidenciales de octubre de 1955. Ni bien asumió su función, en enero de 1956, anunció un ambicioso plan quinquenal de desarrollo económico, seguido de un empréstito con bancos americanos, por un monto superior a 150 millones de dólares. Fue también en esta época e que fueron aprobadas los planes de la futura capital federal: Brasilia.
Jânio da Silva Quadros, antiguo gobernador de São Paulo, fue el presidente de Brasil en enero de 1961. Emprendió enseguida una política de austeridad económica, aunque su mandato duró poco tiempo Quadros renunció en agosto de 1961.
Su vice-presidente João Goulart le sucedió. Pero esta sucesión no se hizo sin dificultad. Los militares comenzaron por oponerse, acusando a Goulart de tener simpatía por el régimen castrista cubano. Sin embargo se llegó a un acuerdo. La Constitución fue enmendada de manera de confiscar la mayor parte de los poderes ejecutivos del presidente en favor del Primer Ministro y del gobierno, responsables delante del Congreso. Goulart pudo entrar en funciones en septiembre de 1961.
En el mes de marzo de 1964, algunos días después de habérsele visto en una concentración obrera, Goulart fue derrocado por un golpe de estado militar y debió huir a Uruguay. El Jefe de Estado Mayor del ejército, el general Humberto Castelo Branco le sucedió como presidente de la República.
En 1965, una ley redujo las libertades civiles, aumentó el poder del gobierno y confió al Congreso la tarea de designar al presidente y al vice-presidente.
En 1966, el antiguo ministro de Guerra, el mariscal Artur da Costa E Silva, candidato del partido gubernamental Arena (partido del renacimiento nacional), fue designado presidente. El Movimiento Democrático Brasileño, único partido tolerado de la oposición, había rechazado presentar un candidato en reacción a la privación de los derechos electorales de los adversarios más feroces del gobierno militar.
En diciembre de 1968, viendo las consecuencias de la agitación social y política, Costa se dio poderes ilimitados y pudo así efectuar purgas políticas, recortes en la economía e imponer la censura.
En agosto de 1969, fue afectado por un ataque cerebral. Los militares eligieron al general Emilio Garrastazú Médici para sucederle, elección aprobada por el Congreso. Pero la protesta se hacía cada vez más viva en el país.
Fue en este contexto que el general Ernest Geisel, presidente de Petrobras, sociedad petrolera nacionalizada, accedió al poder en 1974. Comenzó por establecer una política más bien liberal aflojando la censura sobre la prensa y permitiendo a los partidos de oposición reprender una actividad política legal. Pero estas censuras fueron en parte anuladas en 1976 y en 1977. En 1979, otro militar, João Baptista de Oliveira Figueiredo, sucedió a Geisel.
EL FIN DE LAS DICTADURAS. LA ACTUALIDAD
Fue finalmente en 1985 que fue elegido, Tancredo Neves, como el primer presidente civil brasileño después de 21 años. Pero murió antes de entrar en funciones. El vice-presidente José Sarney lo reemplazó. Confrontado a un rebote de la inflación y a una deuda externa considerable, Sarney impuso un programa de austeridad que comprendía la emisión de una nueva moneda, el cruzado. Para fortalecer la democracia, una nueva constitución entró en vigor en octubre de 1988.
Fue en el cuadro de esta nueva constitución previendo la elección del presidente por sufragio directo que fue elegido, en diciembre de 1989, Fernando Collor de Mello, candidato del partido conservador de reconstrucción nacional. Sus medidas drásticas de lucha contra la inflación provocaron una de las más graves recesiones que Brasil haya conocido jamás en una década. Por otra parte, rumores cada vez más precisos de corrupción comenzaron a circular sobre el presidente Collor.
La Cámara de Diputados entabló un proceso contra Collor por corrupción, que finalmente terminó por renunciar el 29 de diciembre de 1992.
En 1997, Brasil realizó un número creciente de intercambios con los países adherentes al MERCOSUR. Pero vuelta necesaria la aceleración de las privatizaciones, a fin de evitar una crisis del sistema bancario, encontró la oposición de los sindicatos, de la izquierda radical, de José Sarney.
En octubre de 1998, el presidente Fernando Henrique Cardoso fue reelecto en la primera vuelta del escrutinio con cerca del 54 % de los sufragios, contra menos del 32 % para su adversario Luis Inacio Lula da Silva, líder del Partido de los trabajadores (PT). Anunció su intención de proseguir su programa de austeridad y adoptó, en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un plan a seguir. Resultó un aumento del desempleo. Esta crisis financiera sacudió la economía brasileña y desestabilizó la de sus vecinos del MERCOSUR, particularmente la Argentina. El FMI y los países ricos acordaron 41 mil millones de dólares a Brasil, que enderezó rápidamente su economía.
Las elecciones municipales del 2000 fueron marcadas por los buenos resultados del Partido de los trabajadores (PT), quienes lograron la alcaidía de São Paulo. Lula fue elegido, el 27 de octubre de 2002, en las elecciones presidenciales. Por primera vez, fue elegido en Brasil un presidente de la República de izquierdas. Entró en funciones el 1 de enero de 2003.
Brasil es, en la actualidad, la mayor economía de Sudamérica, la novena del mundo y el quinto país más poblado.
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